Esta tarta tiene truco, es falsaaaa. Si si, ni tarta ni na, es un flan potáx de vainilla rápido, rápido y rico, rico.
Tenía que hacer una tarta sin huevo y decorarla a velocidad del rayo y claro no había mucho tiempo para horno, así que se me ocurrió utilizar el flan de vainilla sin huevo de potáx, yo siempre tengo sobres en casa.
La idea del iglu llevaba tiempo con ella, desde que la vi en "Pequerecetas". De hecho tenía la bolsa de nubes blancas desde hacía ni se sabe en casa. Es complicado encontrar las nubes blancas, suelen ser rosas o de colores pero blancas... Nada. Las encontré en la parte internacional del hipercor, donde están los productos americanos, y por si no las volvía a ver nunca jamás me dije "venga a la saca".
Es muy sencillita. Haces tu flan según las instrucciones del sobre y lo dejas enfriar.
Lo cubres por completo de nubes blancas cortadas por la mitad a lo largo y las vas poniendo en circulo hacia arriba como si fueran ladrillos (tus bloques de hielo). No necesitas echarles nada, las nubes se pegan solas al flan o unas a otras con un pelín de agua.
Los pingüinos están hechos con fondant. Hacemos un cilindro de fondant negro y lo aplanamos por un lado contra la mesa y le sacamos la cola. Las alas están hechas con un cortador de pétalo pequeño. Moldeamos 6 bolitas de fondant naranja 4 más grandes que serán los pies y 2 más pequeñas para los picos. Para los picos dejamos la bolita como si fuera un triangulo y para los pies aplastamos nuestra bolita y marcamos los dedos con un cuchillo. La tripa del pingüino ha de ser blanca. Los ojos los hice con fondant blanco y un cortador de flor pequeñita, quedándome sólo con 2 pétalos que luego pinté con rotulador comestible negro.
Y la tarta duró lo mismo que yo en hacerla ná de ná.