Ya está aquí la Semana Santa y con ella sus tradicionales torrijas, en mi casa nunca faltan. Antes iba a casa de mi madre que las hace a granel porque nos encantan y me traía el tupper hasta arriba. Pero ahora la pobre no da a basto con tantos a comer torrijas y las hago yo.
Con su super receta claro!!! Que si no saben a las torrijas de mi madre no son torrijas!!! Las hace jugositas, bien caladitas, dulces con su azúcar con canela y su almíbar de miel, uuuummmm ya estoy salibando.
Las torrijas antes se hacían con pan del día anterior, pero el pan que compramos ahora no sirve. A de ser un pan con miga bien densa, sin agujeros. Puedes utilizar pan de pueblo o cualquier pan especial de torrijas que ya viene envasado y preparado.
Ingredientes
- Pan para torrijas
- 1 litro de leche
- 9 cucharadas de azúcar (130gr)
- piel de naranja
- 1 rama de canela
- 3 o 4 huevos
- Aceite de oliva
- Agua y miel
- canela en polvo
Receta
- Ponemos a cocer la leche con el azúcar, la rama de canela y la piel de naranja y/o limón. Cuando hierva bajamos el fuego y lo dejamos cocer 5 minutos más. La dejamos templar un poco.
- Ponemos las rebanadas de pan en una bandeja y echamos la leche aun caliente por encima de forma que se empapen bien. La leche ha de estar caliente pues si no el pan no se empapa pero no hirviendo porque se nos desharán.
- Las dejamos reposar unos minutos hasta que absorban bien la leche y las rebozamos en huevo batido.
- Las freímos en abundante aceite y las sacamos a un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
- Las espolvoreamos con una mezcla a partes iguales de canela y azúcar. Yo en un bote especiero vacío echo la mitad de azúcar y la mitad canela y lo muevo bien.
- En un cazo ponemos medio vasito de agua y medio de miel y lo llevamos a ebullición. Apagamos y dejamos que temple. Regamos con el almíbar las torrijas. También podemos hacer este paso en el microondas, a máxima potencia el tiempo depende de la cantidad de almibar, tiene que hervir. U omitirlo pues hay a quien no le gusta la miel. Nosotros somos demasiado golosos y nos gustan bien caladitas.
